Fertilización de mantenimiento en plantas ornamentales

Con el tiempo, la fertilización inicial, también llamada siembra, se agota debido a su utilización y absorción por parte de las raíces de las plantas. Por esta razón, se deben realizar fertilizantes anuales o de mantenimiento en cada vegetal para reponer los nutrientes esenciales para su supervivencia.

Junto con el agua y el clima, es la práctica de la fertilización la que determinará el grado de desarrollo y/o productividad del huerto o jardín. Bien hecho también ayudará a prevenir o minimizar el daño del ataque de plagas y enfermedades.

La primavera es la época más recomendada para la fertilización de estas plantas, ya que es el período de su pleno desarrollo, debido al aumento de la temperatura y las precipitaciones.

Lo ideal es que esta fertilización se base en el resultado del análisis de suelo y posterior recomendación de un técnico agrario (agrónomo; forestal). Esta medida hace que, en grandes superficies, se recompense el coste de este profesional y el análisis, que no son caros, básicamente por dos motivos. El primero de ellos es que se ahorra capital comprando cantidades óptimas de fertilizantes, evitando desperdicios, ya que el profesional orientará en esa dirección, obteniendo así el resultado esperado, ya sea en la producción de frutas o en la fuerza de las ornamentales. Esta compra de fertilizantes, que puede llegar a hacer un profano, no es sólo en grandes cantidades. A menudo, un profano adquiere la menor cantidad de fertilizante y, después de ponerlo en las plantas, no observa el efecto deseado, lo que provoca una pérdida de tiempo, además de una pérdida de dinero ya mencionada.

La segunda razón de los ahorros que puede aportar un profesional de la industria es mucho más visible. No es raro que las personas pongan demasiado abono en sus plantas, lo que, según el caso y la sensibilidad de la especie, puede llegar a provocarles la muerte, provocando importantes daños en el huerto o jardín. Las cantidades excesivas de fertilizante pueden requerir gastos innecesarios, provocar la muerte de las plantas, contaminar las aguas subterráneas de la región ya que el exceso de fertilizante tiende a filtrarse en el suelo y contaminar estos suministros de agua subterránea, que a menudo son utilizados por otras personas a través de los pozos.

A pesar de esta explicación, el propietario de un pequeño huerto o árbol ornamental puede recurrir a la fertilización general para mantener un desarrollo satisfactorio y sin mucho riesgo de envenenamiento tanto de las plantas como del medio ambiente. Esta fertilización se puede hacer en primavera-verano, en número de tres aplicaciones, dejando un intervalo de 2 meses entre cada aplicación.

Para árboles ornamentales o frutales plantados en áreas herbosas, la fertilización debe ser la siguiente:
1. Se utiliza la formulación NPK 10-8-6;
2. La fertilización se realiza en hoyos de 40 a 60 cm de profundidad, los cuales se realizarán levantando o quitando parte del pasto, al proyectar la copa al suelo;
3. Se utiliza un orificio por cada 2,5 cm de diámetro de tronco (ejemplo: un árbol de tronco de 25 cm se fertilizará a través de 10 orificios a su alrededor);
4. Se utilizan 65 gramos de formulación por cada cm de diámetro del tronco hasta un límite de 15 cm. Por encima de esto, se aplican 130 g por cada cm de diámetro.

 

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